- Riesgos de contaminación disminuidos por protección fisiológica de la lesión,
- Reducción de pérdidas hidroelectrolíticas (fluidos),
- Facilidad en las curaciones, sin riesgo de pérdida de células en desarrollo, al ser suficiente la higienización exterior sin requerir recambio (en la mayoría de los casos),
- Fácil aplicación y seguimiento clínico.